Preguntas Comunes

Entrevista al Dr. S. Armengol

publicada en la Revista Natural (España) marzo, 2010.

En lo personal, parto de la premisa de que cuanto más documentado esté un profesional de la salud, cuanta más información recabada posea, desde diferentes fuentes y matices, (por supuesto, como parte íntegra de una formación de carácter pluridisciplinar), ésta, sin duda, le será de mucha utilidad a la hora de brindar una ayuda más efectiva y ponderada a todos a quienes trate. Se sabe que todo ser humano es un ser religioso, y en su interior, de forma innata, anida espiritualidad. Debido a ello, en mi caso particular, puedo decir que la formación en el campo de la Filosofía y de la Teología, que por años he recibido, me ha sido de valiosa ayuda y, sin duda, ha contribuido a ver y tratar a mis pacientes con mayor sensibilidad y comprensión humana. A la par de la orientación médica que les he podido proveer, como resultado de dicha formación, también he podido ofrecerles mayor consuelo, apoyo moral y esperanza en cada caso.

En realidad, los mismos obstáculos que uno como médico naturista puede hallar y confrontar en España, de igual modo también existen en los Estados Unidos. Mayormente la razón de fondo para ello, es la falta de documentación, el hecho de que la mayoría de las personas siguen pensando que la medicina que practicamos, no está del todo validada por estudios de protocolo médico convencional, su eficacia y seguridad no han sido del todo confirmadas, que presenta ciertas contradicciones con la práctica médica común, y porque nuestra filosofía y práctica médica pone en entredicho los intereses del gremio farmacéutico internacional. No obstante, la demanda por la atención médica alternativa sigue creciendo en EE.UU.

Se entiende por medicina integral, el abordaje de los pacientes en su múltiple condición biológica, psíquica y social (cuerpo, mente y espíritu). Por lo tanto, el tratamiento implica contemplar al paciente, desde este particular prisma que suele ser mucho más amplio que el convencional. Hay que tomar en cuenta todos los aspectos biopsicosociales, que de una forma u otra determinan su estado emocional y, por ende, a buen grado, la salud de un ser humano. Es decir, ante todo, tomamos en cuenta a la persona y su perfil, incluyendo todos los aspectos de su vida diaria. Por ejemplo, para ilustrarlo, si estamos tratando con una persona que padece de una enfermedad crónica como lo es la Hipertensión Arterial, la prescripción de diferentes drogas hipotensoras como los vasodilatadores y diuréticos, sólo lograrían disminuir las cifras tensionales de forma temporal, lo que no implicaría jamás la curación de la enfermedad. Es decir, el tratamiento sería puramente paliativo. Aunque se sabe que esta enfermedad es un padecimiento crónico, hay que tener en cuenta los aspectos nutricionales, ambientales y aspectos psicosociales, que muy bien podrían estar influyendo en el estado de salud de la persona, y valorar a la vez la utilización de procedimientos alternativos que podrían reforzar los mecanismos naturales de compensación de la presión arterial, y de esta forma mejorarían significativamente las perspectivas para el paciente. Incluso, me atrevería a decir que, después de pasado un tiempo razonable con cifras tensionales normales, se podría retirar progresiva y gradualmente los fármacos iniciales, hasta dejar al paciente solamente con medidas higieno-dietéticas contra riesgos, y acompañado con productos naturales menos tóxicos para el organismo. Es a esto, lo que yo llamo tratamiento integral.

Como es sabido, todos los fármacos tienen efectos colaterales. En realidad, no existe absolutamente ninguno que no tenga, en mayor o menor grado efectos indeseables para nuestro organismo. Eso no debería sorprender a nadie. Desafortunadamente, todos tienen estos efectos por el simple hecho de ser moléculas extrañas al organismo, muchas veces sintéticas, para las cuales no existe una ruta metabólica natural, para ser inocuamente procesadas. Mientras que por el contrario, los productos naturales, al ser moléculas compatibles con nuestro metabolismo, raramente pueden presentar alguna reacción adversa o indeseable, y mucho menos si se usan dentro de los rangos o dosis recomendadas. Este simple hecho, ya justifica el uso de las terapias alternativas en general. Y aún pudiéramos añadir que, este enfoque terapéutico presenta otras muchas ventajas, como el hecho de ser mas fácil su administración, es de una eficacia reconocida y validada por estudios de protocolo clínico, y además son de bajo costo. Por otra parte, los tratamientos alternativos, en ningún momento, están divorciados de la medicina convencional o alopática. Ambas se complementan. Muy bien pueden trabajar juntas, sin interferir entre ellas salvo en excepciones muy raras. Es decir, que un paciente puede seguir perfectamente las indicaciones de su médico y, a la vez, sin temor, adherirse al tratamiento alternativo, como una forma de ampliar sus posibilidades de recuperación, y sin que una cosa afecte adversamente a la otra.

Es muy bien conocido que, figuras cimera de la Historia de la Medicina como las que hace usted referencia, y a las que podríamos añadir una lista casi interminable, entre las que figurarían nombres como el de Paracelso, Sydeham, y hasta el mismo Alexander Fleming, sólo haría eso confirmar, una vez más, que el naturismo es parte de la propia Historia de la Medicina y seguirá siéndolo; porque a fin de cuentas, muchos medicamentos se siguen obteniendo de plantas o microorganismos, y lo que importa como resultado final, es devolver la salud al enfermo. Claro con las nuevas tecnologías, como la nanotecnología, muchos preparados naturales se han refinado y procesado, presentándoseles a los potenciales consumidores como productos industriales, pero que en sí, mantienen los mismos principios activos.

Estas cifras son muy reveladoras. Fuera de toda duda, eso de nuevo confirma, cada vez, es mayor el sector de la población que va en busca de estas terapias. Lamentablemente, como bien sabemos, en EE.UU. existe gran oposición al uso de las terapias alternativas, por parte de las grandes transnacionales de los fármacos y de ciertas agencias del gobierno federal, como el de la FDA. Esto encuentra su explicación en mezquinos intereses de mercado, en la mayoría de los casos. Pero, cuando se dispone de algo verdaderamente efectivo e inocuo, que realmente podría ayudar a los necesitados, no existen leyes, barreras ni estratagemas capaces de evitar, que las personas vayan en busca de estos productos donde se hallen.

Yo pienso que el enfermo siempre debe acudir primero a su médico, y una vez adherido al tratamiento prescrito, si no se siente satisfecho, entonces, puede buscar como su nombre lo indica, otras terapias alternativas. En el orden personal, creo que hay terapias alternativas que son más efectivas que los mismos tratamientos convencionales, para ciertos casos puntuales; pero esto en ningún momento, quiere decir que las terapias alternativas sustituyan, en alguna medida las prescripciones de los médicos convencionales. También considero importante señalar que las terapias alternativas, nunca pueden ser la primera opción ante una emergencia medica, y mucho menos si se trata de un posible caso de inminente cirugía.

Me alegra que me haga esta pregunta. Ante todo, hagamos una aclaración y distinción entre ambos enfoques a fin de entenderlo mejor. Según El Centro Nacional de Medicina Complementaria y Alternativa (NCCAM) de los Estados Unidos, la medicina alternativa se utiliza en lugar de la medicina convencional u occidental. En ningún momento emplea fármacos o drogas convencionales. Mientras que por otro lado, la medicina complementaria se utiliza conjuntamente con la medicina convencional. Ambas se combinan. Un ejemplo de terapia complementaria pudiera ser el uso de la aromaterapia, para ayudar a mitigar la falta de comodidad del paciente después de una cirugía. Ahora, respondiendo a su pregunta, le diré que desde mi punto de vista y experiencia personal, la más efectiva es la medicina integrativa, según la definición de NCCAM, es aquella que combina terapias médicas formales y terapias de la medicina complementaria y alternativa para las cuales existen datos científicos de alta calidad sobre su seguridad y eficacia.

En EE.UU. la herbología tiene mucha popularidad y demanda. Los preparados a base de extractos herbáceos concentrados y encapsulados, disfrutan de mucha aceptación entre sus consumidores y son muchas las compañías que los promocionan. De igual modo, ocurre con los suplementos naturales a base de vitaminas, minerales y otros nutrientes, los cuales también son solicitados. Por otro lado, la homeopatía sigue ganando terreno y aumentan sus adeptos en la unión americana. En los últimos años, se ha visto entre la población un creciente interés por diferentes formas de evaluación y tratamiento holístico, tales como la iridología, reflexología, kinesiología, naturopatía, bioelectromagnética, homotoxicología, medicina biológica y más recientemente como última novedad, el estudio y aplicación de los gliconutrientes (polisacáridos), epigenética y genómica nutricional.

No cabe la menor duda de que el sistema de salud americano es bastante complejo. Por una parte, dispone de las más avanzadas tecnologías y de una investigación de vanguardia, así como de un personal altamente calificado. Pero, por otra parte, posee otra realidad desconcertante, hallamos en su servicio sanitario elevados costos que la hacen prácticamente inaccesible a la gran mayoría de la población estadounidense. Si a esto le sumamos las ambiciones de lucro, por parte de las compañías de seguro que tratan de sacar el máximo provecho de sus inscritos —lo cual implica un alto grado de deshumanización—, la situación se hace verdaderamente caótica. Tampoco podemos ignorar o pasar por alto a las grandes compañías farmacéuticas, los profesionales de la medicina convencional y las agencias como el FDA, en su ataque y férrea oposición a las terapias alternativas o todo lo que suene a “holístico”. Existe una posición enconada, tensa, desafiante. Por eso, no es extraño que de vez en cuando, emprendan campañas de desacreditación tratando de persuadir a la población, a que no usen las terapias alternativas, por no ser “del todo” seguras o “científicas”. Pero como ya antes había señalado, cuando un preparado o un procedimiento alternativo resulta verdaderamente efectivo e inocuo, sus opositores no pueden evitar que la población los busque, y es por esta razón que no hay que desanimarse, sino, más bien, seguir luchando en defensa de la medicina integrativa en EE.UU., y de igual modo en España, como en toda Europa. Las personas que son más dadas a los productos naturales y a las terapias alternativas, siguen aumentando. La demanda crece cada día más. Creo que a buen grado, es cuestión de cultura y de una mayor toma de conciencia, en la búsqueda de un sistema de salud diferente mucho más sociabilizado, como en Europa.

Por supuesto que sí. Sería una opción inteligente y viable para todo ciudadano. La medicina natural reglamentada sería bienvenida por un gran número de personas, y de gran utilidad para toda la sociedad, que tendría acceso a ella. Recordemos que este tipo de medicina que proponemos es integrativa, es decir, que se integra y complementa con la tradicional o alopática. Como ya antes mencioné, toma en cuenta a la persona en su totalidad (cuerpo, mente, y espíritu), incluyendo todos los aspectos de su vida diaria. Se utilizan estrategias de prevención y métodos que ayudan al cuerpo a conseguir una curación natural, utilizando todas las terapias apropiadas, tanto convencionales como remedios alternativos, siempre por supuesto tomando en cuenta en los tratamientos los riesgos y beneficios, según las investigaciones científicas disponibles para la población, en general.

Ante todo, es una institución filantrópica y educativa. Tiene la misión de aportar y documentar al público en general —y a través de los diferentes medios de comunicación disponibles— información sobre el área de la salud integral, espiritualidad y desarrollo, en el proceso de formación como persona. Básicamente, su principal objetivo, es el de contribuir a mejorar la calidad de vida humana, por medio de brindar conocimiento, esperanza e inspiración a millones de personas alrededor del mundo. Nuestra meta no es sólo la de poder ayudar con los problemas de salud, sino también, con los de desajuste anímico a fin de orientar, informar y tender la mano a todos los que buscan alivio. Además, a nivel internacional, la Fundación auspicia y administra a USA Research Institute of Biologic Medicine, y a Layna Internacional Training School.

“El que pierde la paciencia, pierde la batalla”.

POR QUÉ ELEGIRNOS

Establecemos nuevos estándares efectivos en el sector de la medicina integrativa.

Tratamiento Global

Tratamientos aplicados bajo el método holístico, lo que implica que tratamos a la persona globalmente en vez de solo su enfermedad.

Formación Contínua

Médico con formación académica continua en Medicina Integrativa, Neurociencias y Cancerología Integrativa.

Tratamientos Exitosos

Un enfoque integral y humanista que abarca aspectos psicológicas, emocionales y espirituales de las enfermedades orgánicas.

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